lunes, 24 de noviembre de 2008

Esta soy yo






Pensé que no me sería sencilla la labor de presentarme en este para mí tan lejano y complejo mundo de la blogosfera. Pero después lo pensé mejor, claro, lo pensé mejor cuando caí en la cuenta de lo poco probable que era que nadie me leyera, jaja. Y por supuesto, presentarme a mí misma me pareció más sencillo aunque, claramente, menos estimulante.

Soy, resumiendo, lo que muy bien podría definirse como "una chica del montón". Bueno, eso de chica lo apostillo yo porque el pequeño monstruo que el otro día se interesó por saber si aquella era mi parada de autobús, el muy mocoso y desconsiderado, ese canijo inmundo con claramente más de una dioptría miró hacia arriba y me dijo con su sonrisa desdentada "Señora, ¿usted se baja aquí?" Es o no es para cometer un infanticidio!!!!! El caso es que sigo siento una chica hombre! ¿Que es sino alguien que acaba de cumplir los 28? En fin, puede ser que algo de crisis de la madurez me esté entrando de lo contrario ¿no redundaría tanto en este tema, no?

Aterricemos. Una chica del montón. Ni alta ni baja, ni rubia ni morena, ni gorda ni delgada, con los ojos ni claros ni oscuros, traduciendo: más del montón imposible. Ahora ya en serio, los que no me conocen me definirían como rubia, de pelo más bien rizado, ojos castaños bastante claros y constitución media. Y los que me conocen dicen de mí que soy...uf esto es muy difícil, nunca les pregunto lo que dicen de mí! Dicen que soy sincera y directa, amiga de sus amigos y bastante tozuda. Suelo ser una persona abierta y tolerante con los demás pero soy algo rígida conmigo misma, no me perdono ni la primera y siempre dicen que me exijo demasiado.
Profesionalmente, no soy una persona ambiciosa. Tengo una profesión del todo vocacional y desde hace unos meses soy empresaria. Los que me rodean de cerca me reprimen por tonta, por no sacarle a la empresa todo el rendimiento que potencialmente tiene pero yo hago oídos sordos. Ahí viene lo de que soy una cabezota. Cuando una elige una profesión como la mía, vinculada a la salud de las personas, tiene que hacer concesiones. Bueno, que nadie vaya aquí a pensar que soy una ilusa o que pretendo montar una ONG, nada de eso. Aspiro a que mi empresa sea una forma de realización tanto profesional como personal, pero, ante todo, también un medio de vida. Por supuesto que aspiro a vivir de ello, y a vivir bien. Pero esto no implica que deba incurrir en abusos ante mis pacientes ni que deba de dejar de ser honrada o de tender una mano a quien la precise.
Por cierto, acabo de releer todo lo anterior y me sentiría gratamente sorprendida si alguien fuera capaz de leérselo todo. ¿Tendré que añadir a mi presentación anterior que soy un muermazo? Me lo empiezo a plantear en serio, jajaj.

Bueno, mis potenciales lectores inexistentes (hasta que se demuestre lo contrario), me despido hasta la próxima.

2 comentarios:

Dani Blazquez dijo...

Hola! Un placer conocerte! ¿De donde eres? Por lo que veo si que coincidimos mucho jeje. Que viva el buen gusto! La copa estaría llena de ron jeje. Un besazo!

Mirko von Berner dijo...

Pues si llegamos al final. Me gusto. Gracias.